La biblioteca escolar como recurso pedagógico en función de un proyecto
educativo
Ana Julia Arguedas-Valverde
“La bibliotecología más que una profesión es un arte, una manera de ser
frente al mundo, un estado de alma y una militancia en el campo de la cultura” Sánchez D.
La visión de la biblioteca escolar es un espacio de desarrollo de los
contenidos curriculares, habilidades y estrategias de aprendizaje, no es
frecuente que se encuentre totalmente integrada a la vida escolar, no sólo es
abrir las puertas al préstamo de libros o para que sea bodega, es todo un
complemento del bibliotecario, actividades escolares y culturales y
enriquecimiento como un todo. Exige un cambio hoy por hoy de la concepción como
ser parte de un proyecto educativo, es aprovechara todos recurso didáctico
* Magister en Bibliotecología y Ciencias de la
Información con énfasis en Gerencia de la Información de la Universidad de
Costa Rica. Licenciatura en Ciencias de la Educacion con énfasis en
bibliotecología y documentación de Universidad Metropolitana Castro Carazo y
Bachiller en Bibliotecología, Documentación e Información de la Universidad
Nacional. Docente en la Universidad Autónoma de Centro América. Actualmente se
desempeña como Bibliotecóloga en el Colegio Nuestra Señora de Desamparados.
Correo electrónico julia_arguedas@yahoo.com.
y metodológicos. En donde se crea un espacio para estudiantes y docentes
que desarrollen experiencias de aprendizaje, que el profesional en
bibliotecología tenga las habilidades de anticiparse a las situaciones con una
visión a largo plazo, crear oportunidades o evitar problemas para con los
demás, capacidad de evaluar las principales consecuencias de una decisión, un
toma correcta en situaciones difíciles, distintos enfoques para enfrentar un
problemas y abordar oportunidades en el momento oportuno.
Palabras claves: COMPETENCIA - BIBLIOTECAS ESCOLARES - INFORMACIÓN
- PERSONALIDAD - CENTRO DE RECURSOS
PARA EL APRENDIZAJE - EDUCACIÓN
The vision of the school library is a place for development of curricular content, learning skills and strategies, it is not often you are fully integrated into school life is not only open the doors to borrow books or to be hold , is a complement to the library, schools and cultural activities and enrichment as a whole. It requires a change today to conceive and be part of an educational project, is exploited all didactic and methodological resource. Where you create a space for students and teachers to develop learning experiences, which the library has professional skills to anticipate situations with a long-term vision, create opportunities and avoid problems for others, ability to assess main consequences of a decision, a correct decision in difficult situations, different approaches for dealing with a problem and address opportunities in a timely manner.
Key words: COMPETITION - SCHOOL LIBRARIES - INFORMATION -
PERSONALITY - RESOURCE CENTER FOR LEARNING - EDUCATION
Recibido:19 de agosto de 2013
Aceptado: 11 de octubre de 2013
Las bibliotecas escolares en el siglo XXI, continúan siendo depósitos de
libros; que en la mayoría de las oportunidades no responden a las necesidades
de los planes de estudio ni a los intereses de los docentes y estudiantes. El
Manifiesto de la UNESCO / IFLA, sobre bibliotecas escolares, respecto de su
misión menciona que: “La biblioteca escolar proporciona información e ideas que
son fundamentales para desenvolverse con éxito en nuestra sociedad
contemporánea, basada en la información y el conocimiento. Proporciona a los
alumnos competencias para el aprendizaje a lo largo de toda su vida y
contribuye a desarrollar su imaginación, permitiéndoles que se conduzcan en la
vida como ciudadanos responsables”.
Es una invitación a la promoción de la investigación y al desarrollo de
competencias adquiridas dentro de la promoción de la lectura, con todo el
desarrollo tecnológico existente la biblioteca escolar es la interlocutora en
todos ámbitos de educación, es un apoyo a la investigación y la construcción de
la información adquirida por el conocimiento.
En los últimos
años se ha buscado un sinnúmero de actividades comunicativas y generadoras para
el incremento de gusto por la lectura, en niños y jóvenes, el favorecer el
encuentro de ideas, sensaciones e imágenes en la gran diversidad de textos, los
cuales presentan para este siglo no solo
el texto en soporte físico, sino tecnológicos E-book, tablet, mini computadoras
y computadoras.
La biblioteca escolar es el espacio de alfabetización que depende de su
expansión de recursos físicos, económicos y del aporte profesional del
bibliotecólogo (a). Pero estos factores son muy importantes para el desarrollo
del lenguaje escrito y oral; y la investigación para sacarles gran provecho, es
el espacio alfabetizador. Esto depende del uso que se le dé a este tipo de
bibliotecas.
La biblioteca debe ser un centro dinámico y que ofrezca diversos recursos,
un servicio activo y que sea puente entre el estudiante y su proceso de
aprendizaje, actividades paralelas y conjunto con los docentes y sin olvidar el
entorno sociocultural del centro educativo. Tal como lo apunta el Consejo de
Gobierno de Andalucía (2007).
“La biblioteca escolar ha de constituirse en un recurso educativo del que
todos los centros han de disponer para poder desarrollar el currículo y el
proyecto educativo. Por tanto, los
servicios y programas que la biblioteca ofrece y articula estarán vinculados al desarrollo curricular y al plan
de trabajo del centro. La naturaleza de la biblioteca es fundamentalmente de
índole pedagógica ya que su uso ha de hacerse principalmente en tiempo lectivo
para beneficio de todos y como consecuencia de una actividad y una necesidad
que emana del proceso de enseñanzaaprendizaje. Toda la acción de la biblioteca
escolar como centro de recursos para la enseñanza y el aprendizaje estará
encaminada a apoyar, favorecer y enriquecer el desarrollo de la programación
docente. Esto es vital para entender las peculiaridades de las bibliotecas de
los centros docentes en relación con otros establecimientos bibliotecarios”.
No lejos de la
realidad costarricense y a pesar del papel relevante de las bibliotecas
escolares, y del gran esfuerzo trazado desde la década de los ochenta, los
grandes cambios que experimentan estas en el área cualitativa es muy
importante, ya que pueden llegar a ser centros de recursos para el aprendizaje.
El aprendizaje y
la lectura, encuentran grandes limitantes, la información convencional, la
tecnología, marcan brechas en las instituciones y no se puede obviar, que no
todas estas bibliotecas cuentan con profesionales en el área.
Estas
iniciativas encaminadas a dotación y mejora de materiales suelen tener una
buena aceptación, pero la acción referente a las metodologías activas, una
actitud lúdica y una evaluación significativa, requieren de grandes esfuerzos
por parte del profesional en bibliotecología y del centro educativo, en otras
palabras consiste en un trabajo de equipo.
Cualquier forma de innovación en un sistema educativo organizado y
estructurado trae consigo una serie de mecanismos y reacciones de rechazo de
manera inconsciente. Con la finalidad de cumplir su papel dentro del sistema
educativo, como el apoyo al desarrollo curricular y espacios generadores de
aprendizaje, a toda la comunidad educativa, en el fortalecimiento de
estrategias de búsqueda, esta transformación no sólo implica un cambio real en
la organización espacial y dotación de materiales tecnológicos; a su vez supone
el desarrollo de un nuevo concepto de biblioteca dado en un espacio dinámico y
de encuentro, necesita de información actualizada para apoyo del proyecto
educativo. Esto reúne un punto medular para la gran diversidad de centros
educativos en el ámbito público y privado que manejan un currículo escolar en
progreso.
La biblioteca ofrece a la comunidad educativa todos los medios disponibles
variados y de soporte, necesarios para el avance de la educación en el siglo
XXI. Implica una construcción del conocimiento y de saberes que se construye
mediante la investigación, en la búsqueda de la información y la transformación
de la misma. Es apropiarse de la información para la autoformación. Todo esto
logra un cambio en la forma de entender los papeles que juega toda la comunidad
educativa; en el desarrollo de la capacidad continua, durante el proceso de
aprendizaje, con una actitud de conocimiento de adquirir y construir mediante
su autonomía, la crítica y todas las potencialidades del estudiantado. En esto
se ven involucrados el estudiante, el profesor y el centro de recursos, cuyo
objetivo es impulsar grandes cambios en el proceso de enseñanza, así como en el
desarrollo curricular que se manifiesta en todas las actividades del centro
educativo.
Para Pinquín, en esta sociedad de la información y comunicación en la que
vivimos, de gran avance tecnológico, sobrecarga de información, nuevos medios
de comunicación, cambios de conceptos educativos y de las formas de aprender y enseñar;
las bibliotecas escolares deben asumir un rol central e indispensable.
El centro de recursos para el aprendizaje asume una gran responsabilidad de
la enseñanza. Por ejemplo, cómo tratar la información y apropiarse de la misma,
cómo buscar y encontrar información para llegar a un fin útil en el proceso de
la investigación, sin obviar la importancia de una buena lectura, e
interpretación.
Para los centros de recursos para el aprendizaje existe una serie de retos
o búsqueda de capacidades: abstracción, elaboración de conocimientos,
experimentación y aprender a aprender, comunicación y trabajo en equipo,
resolución de problemas y manejo de los cambios. Lo anterior exige el
desarrollo de estrategias pedagógicas adaptadas a todos los cambios presentados
que enriquecen las actividades de búsqueda, investigación y de creación. Desde
el espacio de las bibliotecas escolares o centros de recursos para el
aprendizaje, no sólo se busca aprender a transformar la información en
conocimiento, sino el desarrollo de las competencias que se integran en el
aprendizaje; estas son las habilidades y destrezas que debe tener un
profesional de la información para el desempeño de este tipo de bibliotecas.
La biblioteca es la clave para aprender a aprender en un ambiente tecnológico
y rico en información como lo presenta la sociedad del siglo XXI. Estamos en la
era de la información donde los estudiantes necesitan aprender a construir a
partir de cualquier fuente de información, es por ello que la biblioteca es la
base del centro de la investigación, los bibliotecólogos juegan un papel
fundamental en la reestructuración que se proponen ante muchas instancias
gubernamentales. La sociedad se modifica así como sus servicios en las
bibliotecas; es un proceso de aprendizaje, que proporciona acceso a una amplia
gama de recursos y colabora con los maestros para orientar a los estudiantes en
el uso de todos los recursos físicos y tecnológicos que comprenden y dan
significado a nuestro ser y sentir.
Dicho concepto de competencias fue desarrollado por Mc Clelland en 1973, el
cual señala la necesidad de medir el rendimiento del trabajo mediante
competencias, lo que define como: “características subyacentes de la
personalidad que tienen una relación causal con criterios referenciados con el
desarrollo efectivo o superior en un trabajo o situación”.
Se puede decir que es el capital humano que posee un profesional. No solo
el conocimiento y las habilidades forman un todo en la persona, la salud y la
calidad en los hábitos del trabajo. Esto se torna muy importante para la
productividad de las economías modernas, ya que se basa en la creación,
difusión y utilización del saber.
Los profesionales egresados de bibliotecología de las diferentes
universidades se ajustan a la formación y al enfoque que éstas les dan las
carreras, de tal modo que hay profesionales enfocados al servicio público o a
la tecnología, muy especial los bibliotecarios escolares que se ven realizando
múltiples funciones y servicios. Este ámbito se considera como unas de las competencia
básicas del currículo, es un ambiente dinámico y de encuentro, donde se debe
contar con información actualizada y con diferentes soportes.
Para llevar a cabo el sinnúmero de actividades el bibliotecólogo debe
desarrollar competencias profesionales en el manejo de la información, con la
capacidad para usar la información de manera significativa. Los procesos de
alfabetismo en la información es el reto que enfrentan las escuelas para educar
a los niños y adolescentes con el fin de que aprendan a conocer el mundo
tecnológico, rico en información; pero no basta con que tenga todas estas
habilidades sino que desarrollen otros tipo de competencias y puedan aplicarlas
y adaptarlas a los numerosos ambientes.
Según Mc.
Cauley, en 1989, son 16 habilidades esenciales que debe tener una persona para
el desarrollo de cualquier tipo de actividad:
• Ser una persona recursiva.
• Hacer las cosas conocidas.
• Aprender rápido.
• Tener espíritu de decisión.
• Administrar equipos con eficacia.
• Crear climas propicios para el desarrollo.
• Saber discutir con sus colaboradores.
• Orientado a trabajar en equipos.
• Formar parte de los equipos de talento.
• Establecer buenas relaciones en las
organizaciones.
• Ser sensible.
• Afrontar los cambios con tranquilidad.
• Mantener el equilibrio en la vida laboral
y privada.
• Autoconocimiento.
• Ser flexible.
Ante las
necesidades laborales se agregan otras competencias:
• Capacidad para responder rápidamente a las
necesidades de información.
• Capacidad de comunicarse de forma
asertiva.
• Capacidad para resolver problemas de forma independiente
(iniciativa).
• Capacidad de trabajar eficientemente de forma colaborativa.
• Habilidad de cooperación.
• Habilidad de trabajar con el público
(servicio al público).
• Capacidad de trabajar en ambientes
multiculturales y multiprofesionales.
• Capacidad de trabajar en ambientes
colaborativos.
• Destrezas de comunicación interpersonal.
• Capacidad de trabajar por motivación
propia.
• Capacidad de análisis.
• Capacidad para aprender a aprender.
Son competencias
necesarias para construir ambientes cargados de tecnologías y ricos de
información, son muy necesarias para los aprendizajes y experiencias
trascendentes con la finalidad de reutilizar y aplicar el conocimiento y las
competencias son cruciales para la motivación y la confianza personal. Una
combinación de atributos en la relación con los conocimientos, habilidades,
actitudes y responsabilidades, que describen los resultados del aprendizaje en
proceso educativo, es tener la capacidad para responder a las necesidades, cada
competencia señalada se construye mediante la combinación de habilidades
cognitivas y prácticas, motivación, valores, actitudes, y emociones.
El bibliotecario escolar del siglo XXI debe estar preparado y poseer la
capacidad de aprender a aprender, tomar decisiones, diseñar proyectos (aprender
a hacer) y tener competencias (saber ser y aprender a convivir), frente a una
sociedad tan cambiante y de grandes demandas, no puede tener los centros
educativos bibliotecarios pasivos.
Todas las acciones desarrolladas para hacer de las bibliotecas escolares
centros de recursos para el aprendizaje, van unidas con el rompimiento de
paradigmas personales: nada de tareas pasivas. Pocos son los cargos en este
ámbito, cubiertos por personal capacitado, con el título correspondiente. La
función debe estar vincula con la iniciativa, no es meramente controlar
préstamos o responder consultas. Las bibliotecas como se apuntaba al inicio, no
son simples depósitos de libros, el bibliotecólogo debe generar actividades que
atraigan lectores y estar al día con la tecnología.
El bibliotecólogo del siglo XXI es un promotor creativo de la información,
un animador de la lectura, un tecnólogo atento a la gestión óptima de la
información, de manera que la haga transparente y atractiva, debe desarrollar
el interés público. Las múltiples nuevas tareas a realizar gana cada día mayor
importancia en la captación de nuevos públicos, presenciales y virtuales,
despertar talentos creativos y vocaciones de estudio e investigación.
Es un trabajo en conjunto con los docentes, se debe trabajar para ser
efectivo, generalizado y sistemático, debe estar contemplado en el proyecto
educativo, el bibliotecólogo debe ser participante activo y ver reflejadas las
líneas de trabajo desde la biblioteca en relación con todas las actividades del
centro educativo. La realidad informativa en la que se está inmerso adquiere
hoy un crecimiento explosivo, por lo que la educación no ha permanecido ajena y
mucho menos, las bibliotecas. Es por ello que estas son el componente integral
para que el programa escolar tenga un acceso significativo a las herramientas
de aprendizaje y a los contenidos, acompañado con sus aplicaciones y usos,
aplicado a cada realidad y contexto, la tarea que es primordial es la promoción
de la lectura, extensión cultural y aprovechamiento creativo del tiempo libre.
Acuerdo de 23 de enero de 2007, del Consejo de Gobierno, por el que se
aprueba el Plan de Lectura y de
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