El fin del estado y la libertad de enseñanza

Resumen

En algunos momentos, algunas sociedades han alcanzado un gran desarrollo de ciertas instituciones. Así pues, puede decirse que en determinados momentos algunas sociedades han comprendido muy bien la democracia, el valor de la familia, la importancia de la educación, el amor, la moral y otros bienes. Sin embargo, pareciera ser una regla el hecho de que luego de estos momentos, decaen las sociedades, decaen tales principios.

La razón ha de ser el hecho de que en las sociedades todos los días se acaban algunos y comienzan otros; por modo que, al suponerse haber llegado a buen estado de cosas, se olvida que algunos salen y otros entran, que se hace necesario recorrer nuevamente el camino con los que llegan y que no hay que atenerse a lo logrado con los que partieron, porque ya no están. Quienes han luchado por principios importantes, por bienes fundamentales, han perdido luego, en el quehacer diario, las batallas ganadas en la lucha. Por tal motivo, conviene repasar ciertos principios, recordar ciertas ideas, "inventariar" la herencia cultural. El castigo para quienes no aprecian la experiencia de quienes los han precedido es repetir sus errores. Pretendo repasar algunas cosas sabidas, otras que ya no parecen tan evidentes. El hecho es que en la vida social no vale llegar a un punto si no se lucha todos los días por avanzar o, al menos, por mantenerse en él. Algunos planteamientos sobre el Estado, sobre sus fines, sobre sus razones y sobre las libertades públicas requieren repaso. Aprovecho la ocasión para ello.