La Universidad: una gran aventura del espíritu

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Guillermo Malavassi

Resumen

Constituye una tradición leer un discurso con ocasión de la apertura del curso académico. Necesita el espíritu que se abra un espacio a la esperanza. La indeterminación de la historia permite al ser humano ejercitar su libertad, tratar de adueñarse del presente y construir el porvenir.


Porque unos estudiantes querían aprender y unos Maestros querían enseñar fue que nacieron las universidades. Lucharon por la libertad para realizar esa su tarea. Esa tarea cambió la faz del mundo. Para lograr la atmósfera de independencia que necesitaban, con frecuencia Maestros y discípulos se mudaban y el ser pobres les facilitó con frecuencia poder irse; como el sabio griego podían decir: omnia mea mecum porto.


Hay la clásica página de Ortega y Gasset que se refiere a esos primeros pasos de las universidades:


“Ello es que desde el siglo XII se oye sin interrupción, oriundo de los senos de Europa, un son que no se parece a nada, pero que de parecerse a algo sería a un como bordoneo de abejas solícitas e inquietas, vagabundas y punzantes. Es el rumor que hacen las Universidades, un rumor que, como el del motor de explosión de nuestro tiempo, era un ruido nuevo en el mundo. Y en esos siglos, cualquiera que sea el trivio o encrucijada donde os coloquéis, veréis que chocan cuatro tropeles de hombres dispares: un tropel de soldados que moviliza el poder público, un tropel de mercaderes que empuja el interés, un tropel de peregrinos que va a Compostela o a Tierra Santa y un tropel de los que entonces se llamaban escolares y hoy llamamos estudiantes.

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Cómo citar
MalavassiG. (2021). La Universidad: una gran aventura del espíritu. Acta Académica, 9(Octubre), 7-10. Recuperado a partir de http://revista.uaca.ac.cr/index.php/actas/article/view/1124
Sección
Foro Nacional