Viñedo de Naboth
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Resumen
Hay un caso para la propiedad común en lugar de privado. Tenemos propiedades en común: hay conocimientos tradicionales, el aire que respiramos, las carreteras, calles y aceras, los parques y las playas, a veces. En algunas culturas la tierra era propiedad común, más o menos.
Pero la propiedad privada era un hecho de la vida incluso entre los incas y los mexicanos porque los dos conceptos interactúan. También es cierto que poseemos propiedad y la compartimos al mismo tiempo. En el caso de la tierra, el sentido de propiedad es probablemente un instinto; el imperativo territorial, que nos muestra que ni siquiera la propiedad común es común a todos. Este es nuestro país, pero está cortado en pedazos pertenecientes a diferentes personas, y el orden social exige que se respete este acuerdo. Su violación siempre tiene consecuencias nefastas. Poseer algo de cosas nos da una sensación de seguridad y no hay nada más amenazante para nuestra seguridad que las incursiones en nuestra propiedad, especialmente cuando nos hemos esforzado por adquirirla; cuando no fue heredado.
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