La reforma tributaria para el desarrollo del mercado accionario

Resumen

Para muchas personas, las altas tasas de interés que se cobran en Costa Rica sobre el crédito, bancario o no bancario, constituyen un desincentivo a la inversión y un freno a la reactivación económica. Pero, el problema es más complicado de lo que aparenta a simple vista.

La legislación tributaria costarricense contiene disposiciones que permiten que las empresas deduzcan de la base gravable del Impuesto sobre la Renta (ISR), el total de los gastos en intereses en que incurren para generar su producción.

En épocas de inflación y cuando las tasas de interés son ajustables, esta disposición propicia que las empresas gravadas con las tasas más altas en la escala del ISR tengan un bajo costo del crédito, en algunos casos menor a la tasa de inflación. Es decir, neto de impuesto, el interés real que pagan sobre sus pasivos puede llegar a ser tan reducido, que incluso se hace negativo, como se explica en detalle más adelante.

Lo anterior introduce distorsiones en la asignación eficiente de los recursos productivos. El efecto sobre la inversión en activos físicos no es claro, porque las altas tasas impositivas tienden a disminuirla, mientras que la deducción del total de gastos en intereses la incentiva. Pero, sí es posible concluir que al abaratarse en forma artificial el crédito, la acumulación de capital en Costa Rica se realiza en forma ineficiente. Se induce a las empresas que deseen aprovechar las ventajas fiscales de la deducción del total del gasto en intereses, a financiarse casi exclusivamente mediante el endeudamiento, sin que exista una sana combinación con la emisión de acciones.